Diario de viaje

Veredas de Urabá

7 junio, 2019


La zona de Urabá pertenece a Antioquia, pero nada tiene que ver con el resto de la provincia. En esta región confluyen paisas, afros y costeños, lo que le da un aire y cultura diferente a la del resto de lugares del país que hemos visitado.

San Pedro de Urabá

Nos desviamos de la ruta principal para ir a San Pedro de Urabá, uno de esos pueblitos a los que si no te invita alguien no vas. A nosotros nos invitaron nuestros amigos Francy, Deimer y Cristian, de Enseña por Colombia. Ya en Paraguay habíamos estado con la gente de Enseña y habíamos tenido una buena experiencia. Además, cuando Francy nos escribió nos dijo que íbamos a comer rico porque había muchas gallinas (y es verdad, había gallinas por todas partes). Cómo decirle que no a alguien que te ofrece gallinas.

Realmente no íbamos a San Pedro, sino a varias veredas (asentamiento rural). El primer día fuimos a los Almendros, por una ruta cuyo único tráfico era el ganado. Cuando no pudimos seguir con la kombi lo hicimos a pie, por caminos embarrados por los que a veces costaba caminar. Hay chicos que caminan hasta dos horas para llegar a la escuela. Tuvimos un comité de bienvenida, unas chicas que nos guiaron hasta la escuela. Dimos la charla en la casa comunal, un espacio al aire libre donde entraban todos los chicos. Fue una experiencia genial, hicieron MUCHAS preguntas. La charla terminó con un baile, un porro colombiano, al que nos invitaron a unirnos. Y al final comimos gallina, todos los profesores de la escuela nos acogieron genial.

Camino a los Almendros
Camino a los Almendros

Charla en la casa comunal de los Almendros
Charla en la casa comunal de los Almendros

Una de las chicas que nos hicieron un tour por la escuela me cogió las manos, se sorprendió de que fueran tan suaves. Ella tenía las manos ásperas, antes de caminar más de una hora para llegar a la escuela ayudaba a su madre en las tareas de la casa, y cuando volvía después del colegio también. En estos momentos valoro más la inmensa suerte que tuve de haber podido ir al colegio sin tener que trabajar, y maldigo este mundo injusto y desigual.

Al día siguiente fuimos a San Juancito, aquí tuvimos que ir en moto, y después caminar un tramo y cruzar un río. Nos recibieron con fruta y un baile típico muy lindo. La lluvia nos interrumpió la charla, los techos eran de chapa y no se oía nada. En estas veredas cuando llueve no hay clase, los alumnos no llegan y muchos profesores tampoco.

Camino a San Juancito
Camino a San Juancito

Bailando porro
Bailando porro

Por último, fuimos a la Cabaña, aquí pudimos llegar en moto hasta la puerta. Nos sorprendió lo mucho que sabían algunos chicos sobre física. Una niña me preguntó qué cosas me gustaban de Colombia, le dije que los mangos, que estaban riquísimos y en mi país no había. Le debí dar pena, porque después vino a darme un mango, seguramente el que ella tenía para merendar. Fue un gesto que me llenó de amor y ternura. Hay gente que no tiene mucho, pero lo poco que tiene lo comparte.

Fueron unos días maravillosos en los que aprendimos mucho de cómo vive la gente del lugar. Ellos apreciaron mucho nuestro esfuerzo de llegar hasta allí, pero son ellos los que tienen que hacer el esfuerzo todos los días. Esos chicos y profesores son verdaderos héroes.

Una zona complicada

Aprendimos también un poco más sobre la realidad colombiana, esta zona fue azotada por el conflicto, aunque las cosas ahora están más tranquilas. La zona de San Pedro está dominada por los paramilitares, tuvieron que pedirles permiso para que nosotros fuéramos. Por suerte, respetan a los profesores así que no tuvimos ningún problema (mientras no hagamos comentarios en contra del gobierno actual)

El estado colombiano no llega a todas partes, y son estos lugares más alejados y aislados los más vulnerables y azotados por el conflicto. En las ciudades como Bogotá o Barranquilla el problema de las guerrillas no les influye en su día a día.

Otros países en los que hemos estado son más fáciles de entender, están claramente polarizados, o se está con unos o con otros. Sin embargo, en Colombia hay mil matices y situaciones y lugares diferentes. Cuando se habla de guerrillas los extranjeros pensamos en las FARC, sin saber que hay más grupos guerrilleros con diferentes ideologías. Y también están los paramilitares, los mercenarios que los terratenientes pagaban para protegerse. Son grupos de diferentes ideologías y con diferente historia, pero hoy en día todos quieren lo mismo, dinero y poder.

Desde que se hicieron los acuerdos de paz las cosas están más tranquilas, pero no en todas partes. El Chocó, por ejemplo, sigue siendo una zona muy conflictiva. El gobierno actual no está respetando los acuerdos de paz, esta aparente tranquilidad pende de un hilo.

Guacamayo
Guacamayo

Los cocos son verdes

En San Pedro de Urabá aprendimos muchas cosas. Con algunas me sentí un poco tonta y urbanita. Si le pides a un niño (o adulto) en España que dibuje una palmera con cocos, te va a dibujar la palmera y arriba unas bolas marrones con tres círculos pequeños. Hasta hace unos días yo hubiera hecho lo mismo.

En la vereda los Almendros pregunté qué eran unas cosas verdes y grandes, me dijeron que eran cocos y se sorprendieron de que yo no lo supiera.

Agarraron un machete y me abrieron uno para que lo probara. Con una pajita me bebí lo de dentro, y a golpe de machete me lo abrieron para comer lo de dentro.

Durante este proceso yo comenté que los cocos que alguna vez había visto en España eran diferentes. Ellos me dijeron que eran esos. Yo les dije que no, que allí eran marrones y peluditos. Hasta que no agarraron un machete y me pelearon uno no me lo creí. Así que la próxima vez que pinten una palmera con cocos, que sean verdes.

Tomando agua de coco
Tomando agua de coco

Abriendo el Coco
Abriendo el Coco

Cocos pelados
Cocos pelados

Despedidas que duelen

Muchas gracias a todos por acogernos tan bien, fue uno de esos lugares en los que se te hace muy difícil irte. Gracias por las largas conversaciones en hamaca.

Con Francy y Deimer
Con Francy y Deimer