Diario de viaje

Tres familias, muchas escuelas

11 mayo, 2018


Hospitalidad Paraguaya

Hemos estado tres semanas en Paraguay en las que hemos convivido con tres familias diferentes, y hemos podido compartir con ellos el día a día como uno más de la familia. Sigue asombrándonos como familias que no nos conocen de nada nos abren las puertas de su casa y lo comparten todo con nosotros.

Familia Doldán

La primera semana estuvimos con la familia Doldán. Estuvimos en su escuela 1º de marzo. Nos encantó porque es una escuela muy familiar y su lema es educando para la paz y el ambiente. Los chicos sabían de todo, eran muy curiosos e hicieron muchas preguntas muy interesantes. Rosana hizo de guía turística y nos enseñó la ciudad, la comida, la música y la cultura paraguaya en general.

Colegio 1º de Marzo
Colegio 1º de Marzo

Cuando fuimos a un colegio público de la zona nos quedó muy claro el desentendimiento del Estado con la educación. A lo largo de estas tres semanas nos dimos cuenta de por qué Paraguay ocupa uno de los peores puestos en los rankings de educación. El ambiente era completamente diferente al de los colegios privados en los que habíamos estado, y estaba en la cuadra de al lado. Las familias que pueden juntar dinero para mandar a sus hijos a un colegio privado, lo hacen. Lo bueno es que los colegios como el 1º de marzo tienen becas para personas con dificultades económicas. El problema es que esto no es suficiente. Todo el mundo debería poder tener acceso a una educación pública de calidad.

El fin de semana fuimos a una observación nocturna en Caaguazú. Nos gustó mucho ver como en todo el país hay asociaciones astronómicas y cada vez un mayor interés por la ciencia. Conocimos el proyecto Arapy, unos chicos que fueron capaces de enviar un globo sonda con un sombrero Pirí (sombrero típico paraguayo) a la estratosfera.

Familia Miller

La segunda semana estuvimos en casa de la familia Miller. Dimos una de nuestras charlas en su lomitería, en una terraza hermosa en la que se come genial. Esa semana fuimos a colegios del Opus segregados, el Campoalto y Las Almenas. La verdad es que fuimos con prejuicios, el Opus tiene fama de ser una sección de la iglesia muy cerrada. Nosotros en las charlas hablamos sobre el Big Bang y la historia del Universo, nos daba miedo tener algún problema por eso. Pero la verdad es que tiraron abajo todos nuestros prejuicios. Nos encontramos con gente abierta a la ciencia, sabían mucho sobre el tema e hicieron preguntas muy interesantes. Además, lo bueno de que los chicos y las chicas estén separados es que los más mayores tenían mucho sentimiento de grupo y menos vergüenza de preguntar que chicos de otras escuelas. Aunque la clave no es que los chicos estén separados por sexo, sino que el colegio sea capaz de generar un buen clima y un sentimiento de grupo.

Lomitería Lomiller
Lomitería Lomiller

En Las Almenas, el colegio de chicas, tuve una experiencia realmente linda. Al final de las charlas siempre hablo sobre grandes mujeres científicas. Y siempre digo que las chicas somos igual de inteligentes que los chicos y podemos hacer todo aquello que nos propongamos. En ese momento todas las chicas se pusieron a aplaudir, y lo mismo se repitió en varios cursos en los que dimos la charla, de manera espontánea. Fue un momento de empoderamiento increíble.

Tuvimos la agenda completa durante las dos semanas en Asunción. También fuimos a las Teresas, Nuestra señora del perpetuo Socorro y el colegio Santa Helena. Ha sido un gusto ver que mucha gente en el país tiene ganas de cambiar las cosas y se interesa por la ciencia.

Familia Evers y Enseña por Paraguay

La última semana en Paraguay estuvimos en Villa Hayes, la puerta del chaco o ciudad de los 5 nombres, con la familia Evers. Fue una linda casualidad terminar en su casa, de esas casualidades que ocurren a menudo durante el viaje. Tiago es parte del club de debate Hayes, y junto con el centro cultural Melodía querían traer a un científico a dar una charla y poder hacerle preguntas. La coincidencia fue que la ONG Enseña por Paraguay se puso en contacto con nosotros para ir a escuelas en Villa Hayes y Benjamín Acebal y también ir al centro cultural Melodía donde querían traer divulgadores científicos. Esa semana nos quedamos en casa de Tiago. Esta ONG es parte de la red Teach for all que está en 48 países.

Centro Cultural Melodía
Centro Cultural Melodía

Los profesionales de Enseña por Paraguay (Peps) están en escuelas con una situación vulnerable. La idea es que jóvenes profesionales comprometidos con la educación colaboren durante dos años para impactar en la vida de los estudiantes y así ayudar a reducir la brecha educativa que existe en Paraguay.

Hemos estado en las escuelas de los 7 Peps que están entre Villa Hayes y Benjamin Aceval. Alguna de las escuelas nos ha costado encontrarla porque no tenían a penas infraestructura. El cartel de la entrada era una tela y tenían aulas sin paredes. Es triste ver escuelas públicas tan dejadas, sin que el estado se preocupe lo más mínimo. Y tan sólo a media hora de la capital donde hay grandes centros comerciales con todo lujo y escuelas privadas con aulas que a penas usan unas horas a la semana. Hay una brecha MUY grande en el país. Y lo peor de todo es que a la gente que intenta arreglar y mejorar las cosas, que son muchos, se les ponen muchas trabas y el estado se desentiende. A la ONG Enseña por Paraguay les permiten estar en las escuelas pero no reciben ninguna ayuda del estado, y les dejan estar porque les resuelven un problema aportando profesores a escuelas en situación vulnerable donde a veces cuesta encontrar profesores que quieran ir.

El problema no es que no haya dinero, o no se destine dinero a la educación. El problema es la gran corrupción que hay en el país a todas las escalas. Existe un gran abuso de poder incluso a nivel de directores de colegios. Hemos conocido estudiantes de colegios públicos que intentan cambiar las cosas, pero es como darse cabezazos contra una pared continuamente. Las cuentas supuestamente son públicas pero si las pides se niegan a enseñártelas, y si lo solicitas a un organismo superior se desentienden. Admiramos a las personas que hemos conocido, porque pese a la continua frustración, siguen proponiendo proyectos e intentando llevarlos adelante. También admiramos profundamente a los Peps, tienen un desafío muy grande por delante. No sólo se preocupan por enseñar contenidos, sino por la educación emocional. Y eso es especialmente complicado cuando muchas familias tienen problemas de alcoholismo, drogas o violencia.

Escuelas PEP
Escuelas PEP

La mayoría de los Peps hacen horas extras para enseñar a los chicos a leer y escribir. En muchas de las clases que estuvimos de niños de 7, 8 o 9 años, la mitad no sabe leer y escribir bien. Nos encantó entrar en sus clases y ver cómo les enseñaban a respetar los acuerdos de silencio y respeto a los que habían llegado con ellos. Les enseñaban a resolver los problemas y guardar silencio sin gritos ni violencia. Algunos de los peps han tenido problemas con los directores de las escuelas, sus métodos chocan con los métodos tradicionales obsoletos.

Escuelas PEP
Escuelas PEP

Lo que más nos gustó fue cómo intentan empoderar a los chicos, a que piensen y se cuestionen las cosas. Especialmente en la clase de Emilio. Todos los días al empezar les hace gritar a los chicos que ¡son inteligentes, que pueden aprender, que ellos pueden! Después de ver a todos los chicos gritando a coro, se siente una gran energía.

Escuelas PEP
Escuelas PEP

En sus clases vimos que les costaba pensar, no están acostumbrados a que la gente les anime a pensar. Están acostumbrados a copiar y repetir, a acatar órdenes sin cuestionarlas. En eso se basa la educación pública en Paraguay. Por supuesto no todos los colegios y profesores son así, pero la gran mayoría sí. Y un colegio no puede depender de que una persona quiera hacer las cosas bien, el sistema educativo no puede depender de personas en particular.

Al dar nuestras charlas nos dimos cuenta de que a esos chicos les falta estimulación. Al hablarles de galaxias es como si les hablaramos en chino. Otros chicos con los que hemos estado de la misma edad en escuelas privadas o en otros países han oído hablar de muchas más cosas y hacen miles de preguntas.

En una escuela había una chica que no paraba de inventarse historias y hablar. Y nos encantó porque precisamente a eso les animamos. Les hacemos preguntas y buscamos que tengan imaginación para contestarlas. Uno de sus compañeros le dijo: “¿Tú por qué no eres una niña normal?”. Me pareció horrible, porque ser una niña normal significaba estar callada y ser sumisa como el resto de las niñas.

Fue muy lindo lo cariñosos que fueron con nosotros, nos regalaron pulseras, piedras y muchos abrazos. Todos querían que volviéramos. Algunos chicos se adueñaron de nosotros, ahora somos sus científicos. Muchos chicos nos enseñaron guaraní. A veces nos hablaban en guaraní o nos soltaban palabras que no entendíamos. Lo que muchos hablan es Yopará, una mezcla de guaraní y español. Nuestra palabra favorita en guaraní es vakapipopo – pelota, literalmente cuero de vaca que salta.

Toda la experiencia que hemos vivido con los Peps ha sido muy linda. Nos planteamos hasta qué punto es útil nuestro proyecto en estos entornos tan vulnerables. Aunque no se hayan quedado con todos los contenidos, por lo menos los conceptos de galaxia, o agujero negro ya no les sonaran a chino. Y más que eso, esperamos haber plantado la semilla de la curiosidad por plantearse el por qué de las cosas, que seguro que los Peps harán crecer. Y para mí es importante que vean que una chica puede ser una científica, esos chicos crecerán teniendo en la cabeza que un científico no es un señor mayor con bata.