Diario de viaje

Torres del Paine – La Gran Ruta O

10 diciembre, 2017


A dedo hasta las torres del Paine

Estamos a principios de Diciembre, el curso se está terminando y ya nadie quiere “perder el tiempo” con nuestras charlas. Así que aprovechando que estamos en el sur nos dirigimos a una de las grandes metas de cualquier amante de la montaña, las Torres del Paine.

En Ushuaia nos aficionamos y yo le perdí el miedo a hacer dedo. Allí es común hacerlo para empezar cualquier excursión cerca de la ciudad y el tiempo de espera son unos quince minutos. La mayor parte del viaje de Ushuaia a Torres del Paine la hicimos con Rafael, un hombre mayor y feliz que no tenía prisa en la vida y conducía a 80 km/h. Como nosotros tampoco teníamos prisa nos pareció perfecto, además paramos en muchos sitios a disfrutar del camino y hacer fotos. El hombre fantaseaba con fundar un país, Rafaelodia, entre las fronteras de Chile y Argentina. Sería el país más estrecho y largo de mundo. Entre las fronteras de Chile y Argentina nos advirtió que si llevábamos drogas era el momento de tirarlas, le dijimos que no llevábamos nada y se quedó contento.

Naufragio cerca de San Gregorio (Chile)
Naufragio cerca de San Gregorio (Chile)

Llegamos hasta Punta Arenas, una buena parada antes de ir a las Torres porque hay una zona franca en la que se puede comprar de todo a menor precio que en Argentina. Allí nos abastecimos para poder recorrer el parque de la mejor manera posible.

La mejor manera para ir a las Torres es desde Puerto Natales, está a unas dos horas y salen autobuses cada poco. Puerto Natales es un pueblo precioso a los pies de un lago.

Diferentes rutas dentro del Parque

Para recorrer el Paine hay dos maneras, la ruta “W” que recorre la parte sur del macizo; y la ruta “O” que rodea el macizo entero e incluye la ruta anterior. También hay mucha gente que va a pasar un par de días a alguno de los campamentos y hacer un trozo de estas rutas. Como Torres del Paine es una meta para muchos montañeros, la gente reserva los campamentos con meses de antelación. Cuando nosotros llegamos no teníamos ni idea de que había que reservar los campamentos en la montaña. Al llegar nos dijeron que no había campamentos libres y que no podíamos hacer la ruta ”O” que era la que queríamos hacer.

Sintiéndonos pequeños ante las Torres del Paine
Sintiéndonos pequeños ante las Torres del Paine

Como no somos personas que se dan por vencidas, nos pasamos un día entero hablando con las tres empresas que llevan los campamentos, dos empresas privadas y una pública. Les contamos nuestro proyecto y nos abrieron lugar en uno de los campamentos públicos, y logramos hacer malabares con las fechas para poder reservar en los privados. Pudimos reservar todos los campamentos, excepto uno. Ese campamento que nos faltaba, nos suponía que un día tendríamos que caminar más de treinta km que incluían el Paso John Gardner. Lo que normalmente la gente hacía en 8 o 9 días nosotros teníamos que hacerlo en 7, no sabíamos si lo lograríamos, pero por lo menos había que intentarlo.

La no Bienvenida que te ofrece el parque

El parque natural se les ha quemado un 75% varias veces y de ahí que sean muy estrictos con todas las normas. Desde hace unos dos o tres años no puedes hacer las rutas sin tener los campamentos correspondientes reservados. Al llegar al parque te hacen pasar por varias ventanillas, rellenar papeles y pagar una entrada que te vale para todos los días que quieras estar en el parque. Al final de este acto burocrático en medio de un parque natural, te hacen ver un video sobre lo que NO puedes hacer en el parque y las multas y castigos si lo hicieras.

Campamento Dickson
Campamento Dickson

Yo entiendo que es algo que tienen que hacer, pero podrían hacerlo en otro tono. Uno espera que a parte de decirte que no hagas fuego o acampes sólo en las zonas habilitadas, te digan también que el agua de todo el parque es potable o la flora y la fauna que vas a ver. El final del video termina diciendo que el clima de la Patagonia es muy extremo y hay que ir preparado y con precaución, y un disfruten del parque por cortesía. La verdad es que uno no se siente muy bienvenido. Por otro lado también hay que decir que después en el parque hay guardaparques muy amables que lo primero que te preguntan es qué tal la caminata y después ya te informan de las normas.

Torres del Paine y el paraíso que las rodea

Había visto fotografías de las Torres, pero estar frente a ellas es algo mágico, son grandes bloques de granito frente a los que te sientes muy pequeñito. Uno va allí con la idea de ver las Torres, pero eso es lo de menos. Durante toda la ruta alrededor del parque ves una maravilla detrás de otra. Es uno de los lugares más bonitos en los que he estado. Merece la pena hacer la ruta “O”, son muchos días pero haciendo etapas cortas de unas 5 o 6 horas se hace bien. No hay grandes desniveles. Sólo hay una etapa dura, el paso John Gardner y justo ese día teníamos que hacer dos etapas seguidas…

En la ruta “O» se ven muchos glaciares, no hay mucha gente y puedes disfrutar mejor de la flora y la fauna del lugar. El campamento Dickson es un lugar paradisíaco, entre lagos glaciares de azules intensos y paredes de granito y rocas sedimentarias. Después del paso John Gardner, el espectáculo es increíble, en un día despejado puedes ver desde arriba un campo de hielo enorme, todo lo que alcanza la vista es glaciar. Lo que estábamos viendo era una mínima parte del campo de hielo patagónico sur, la tercera extensión de hielo más grande del mundo, sólo por detrás de la Antártida y Groenlandia. Desde este campo de hielo nacen numerosos glaciares como los glaciares Upsala, Viedma y el famoso Perito Moreno. Ante nosotros veíamos el nacimiento del glaciar Grey, del cual se había desprendido un gran bloque de hielo que iba a la deriva por el lago.

Glaciar Grey y al fondo, principio del gran campo de hielo
Glaciar Grey y al fondo, principio del gran campo de hielo

Al hacer la ruta entera alrededor de las torres puedes verlas desde distintas perspectivas, y además de las Torres se ven los cuernos del Paine, una formación rocosa curiosa en la que se ven perfectamente los cortes entre dos tipos diferente de roca, el granito y la roca sedimentaria.

Nuestro límite son 14 horas caminando

Conseguimos hacer la ruta en 7 días, terminamos reventados. Normalmente caminábamos unas 4 o 6 horas, salvo el día que tuvimos que hacer la etapa larga que fueron 14… Ese día descubrimos cuál es nuestro límite y sufrimos, pero el paisaje hace que merezca la pena. Vimos lagos de colores azul y verde intenso, paredes de granito, muchos glaciares, grandes y pequeños, pájaros carpinteros, y muchas aves diferentes. Tuvimos suerte con el tiempo, sólo llovió los dos últimos días. De lo que no nos libramos fue del viento característico de la Patagonia, un viento que a veces es capaz de sacarte del camino y hace absurdo peinarse.

Nubes lenticulares sobre los cuernos del Paine
Nubes lenticulares sobre los cuernos del Paine

Torres del Paine es un lugar mágico y espectacular al que recomendaría a cualquiera visitar, por lo menos subir a las Torres y ver el glaciar Grey aunque no se haga la ruta entera. Es recomendable hacer la ruta «O» a finales de primavera o en verano, ya que el paso John Gardner no está abierto durante el invierno. Siguiendo las huellas y reservando los campamentos con tiempo, no tiene por qué ser muy duro para una persona a la que le gusta la montaña. Si quieren hacerlo, lo mejor es informarse bien (no como nosotros) en la página web del parque.

Como nos fue bien haciendo dedo, seguiremos viajando de esta manera. De aquí fuimos hacia El Calafate para seguir disfrutando de la naturaleza patagónica.