Antes de entrar al país pensábamos que lo de Pura Vida era un eslogan publicitario, pero no. Pura Vida es algo que los ticos dicen a cada rato, significa que todo está bien, y tiene mucho que ver con su manera relajada y feliz de ver la vida.

Este país no pudo recibirnos mejor, estacionar a los pies de una playa paradisíaca no puede hacerse en cualquier sitio. Y en Costa Rica hay cientos de lugares donde hacerlo. Despertarse, abrir la puerta y darse un baño en un mar transparente de un color azul intenso debe ser lo más parecido al paraíso.

Playas paradisíacas en el caribe

Entramos a Costa Rica por la zona del Caribe, y nos impresionaron tanto las playas que nos quedamos 10 días atrapados en Punta Uva. Nunca había visto una playa como esta, es lo típico que ves en las películas o revistas de viajes, pero que nunca había visto en persona. Playas de arena blanca, con palmeras que caen al mar más plano, transparente y azul que he visto en mi vida.

Recuerdo los días en Punta Uva como la descripción perfecta de felicidad. Todos los días por la mañana después de desayunar me ponía las gafas de bucear y pasaba horas haciendo snorkel. Así, sin más, sin pagar un tour, ni agarrar un barco. Simplemente entrando en el mar. Es verdad que los corales más cercanos no estaban en el mejor estado, pero cada día veía algo distinto. Peces de todos los colores y estampados imaginables, sepias, peces globo, estrellas de mar, erizos de mar, hasta una barracuda que me hizo huir nadando a la costa del miedo que me dió.

La felicidad cuando es compartida vale por dos, y esos días no estábamos sólos, estábamos con otros amigos viajeros: @xinoxanolatino, @andandosellega y @mareandolabrujula.

No sólo disfrutamos de la fauna marina, sino también de la terrestre. Un día nos dijeron que llevábamos varios dias estacionados bajo un árbol donde había un perezoso con una cría. Imposible darse cuenta para un ojo no experto, sólo se alcanzaba a ver una bola de pelo.

Naturaleza, fauna y flora

Si por algo es conocido Costa Rica es por sus parques naturales, abarcan cerca del 20% del país. Lo que más nos sorprendió fue la cantidad de fauna silvestre que uno puede ver en cualquier lugar del país sólo con prestar un poco de atención. Muchas veces no es ni siquiera necesario entrar en los parques, que son un poco caros para nuestro presupuesto viajero.

Una de las paradas obligatorias de Costa Rica es el parque Manuel Antonio, nosotros estuvimos unos días en la playa acampados disfrutando de los increíbles atardeceres, y disfrutando de la flora y la fauna. Vimos monos, tucanes, lagartos, mapaches, ranitas y muchas mariposas. Al fin y al cabo los animales no saben dónde es dentro y donde es fuera del parque.

Otro de los parque que no nos gustó demasiado fue el volcán Irazú. La vista de este impresionante cráter con el lago azul intenso al fondo es impresionante. Pero te cobran 15 dólares sólo por entrar (no hay senderos que recorrer) y el lago sólo puede verse si te subes de mala manera a una valla de madera que está rota porque todo el mundo se sube.

Si algo hay en Costa Rica son volcanes, hay más de 100. Uno de los más espectaculares, que hace unos años estaba activo, es el volcán Arenal. Es complicado verlo porque siempre está nublado, pero ese día amaneció despejado. Íbamos de camino a bañarnos a un río y le dije a Ángel que parara la kombi para hacerle fotos al volcán. No quiso parar, dijo que después de bañarnos. Nunca volvimos a verlo (al volcán, Ángel sigue vivo). Se nubló y hasta llegar a la costa no volvimos a ver el Sol.

Nuestro parque favorito fue sin duda el del parque nacional del volcán Tenorio, donde se puede ver el nacimiento del río Celeste. Es algo muy curioso. Se juntan dos ríos que no son celestes, y en ese momento cambia el pH (la acidez). Esto hace que unos minerales (aluminosilicatos formados por Aluminio, Silicio y Oxígeno) aumenten de tamaño. Algunos minerales se depositan en el fondo y otros quedan en suspensión en el río, y por dispersión de la luz se forma el lindo color celeste. Lo mismo que pasa con las gotas de lluvia cuando se forma un arco iris. Pero estos minerales tienen el tamaño justo para dispersar sólo el color celeste.

El parque nos encantó, no sólo por el río y su cascada, sino también por los senderos y la cantidad de fauna que hay. Seguía estando nublado, así que tampoco vimos el volcán Tenorio.

Huyendo del mal tiempo llegamos a la costa de Guanacaste a disfrutar de sus lindas playas. Durante dos días dormimos al lado de un río en Tamarindo con unos simpáticos cocodrilos como vecinos. El primer día ni nos habíamos dado cuenta, menos mal que no nos dió por bañarnos en el río. Dan un poco de miedo, pero de día son retranquilos, salen a tomar el sol y recargar energía. De todas maneras no es conveniente acercarse mucho por si acaso.

Terminamos nuestro recorrido por el país celebrando la Navidad con nuestros amigos de @andandoamerica y @xinoxanolatino. Estuvimos en un camping con senderos en el que vimos un montón de animales, mucho mejor que un parque natural. Nos maravillamos con la agilidad de los mono araña y nos asustaron los aullidos de los monos aulladores. Además, Eva nos hacía de guía turística, veía animales donde los demás no eramos capaces de ver nada.

Grupo de astronomía L10N

Una de las cosas que menos nos gusta de viajar es estar lejos de nuestra familia y amigos. Los chicos del grupo de astronomía L10N nos hicieron sentir menos nostalgia por unos días. Con ellos nos sentimos como si fueran amigos de toda la vida, con los que vas al bar de siempre a tomar unas cervezas.

Con ellos fuimos a hacer una observación al volcan Irazu. Ver el cielo nocturno rodeado de volcanes es algo mágico. Estaba terminando la época de lluvias y fue una de sus primeras salidas en la época seca, con una noche fría y un cielo increíblemente hermoso. Y es que aquí, aunque estamos en el hemisferio norte lo que marca si es invierno o verano son las lluvias. En la época seca es verano, y en la de lluvias es invierno.

También tuvimos la suerte de estar en una se sus acampadas en la laguna Don Manuel. Fue la primera vez que usábamos a Vera como pantalla y hacíamos una charla nocturna. Nos encantó el despliegue de Telescopios profesionales y la buena compañía.

Planetaristas del Planetario Aventura

Con la familia de nuestro amigo Marco del Planetario Aventura también nos sentimos como en casa. Además nos enseñó cómo ser planetaristas. Pudimos acompañarlo a una escuela en Limón y manejar nosotros su planetario móvil. Nos encantó la emoción de los niños al ver cómo las estrellas parece que se le caen a uno encima. Y disfrutamos como niños con todas las proyecciones, parece mentira que un planetario móvil tenga tanta resolución. Es el planetario móvil más profesional que hemos visto nunca, y es Marco el que crea todas las proyecciones.

Gastronomía Tica

Una de las cosas que más disfrutamos viajando es la gastronomía. Sin duda el plato del que más nos gustó fue "Raisanbins" así como suena, que no es más que rice and beans, arroz con frijoles. Es un plato típico de la costa caribeña, el arroz está hecho con leche de coco y lo sirven con una tajada de pollo con salsa afrocaribeña, delicioso.

También disfrutamos mucho de los casados, una de las opciones más económicas para gozar de una rica y abundante comida. El casado suelen ser arroz, frijoles y plátano acompañado con un poco de carne.

Otra de las cosas típicas son los desayunos, no puede faltar el gallo pinto. Es un desayuno fuerte a base de arroz y frijoles al que no estamos acostumbrados, pero que nos encantó. Sobretodo cuando va acompañado de una buena natilla (una especie de crema agria).

Antes de llegar al país no teníamos ni idea de que era una zona cafetera. Pero resulta que tienen un café riquísimo, el suelo volcánico y el clima de la zona central es perfecto para la planta del café. Gracias a nuestro amigo Marvin pudimos hacer un tour de café y degustar distintas variedades.

Y piña, mucha piña, hay piñas por todas partes. Antes de llegar a Costa Rica no me gustaba la piña, pero es porque nunca había comido piñas tan ricas como acá. El país es el principal exportador de piña del mundo, y en la zona de Guanacaste llegamos a comprar dos por un dólar. Este país es el paraíso de la piña.

Viviendo la Pura Vida

Quizás no pudimos organizar muchas charlas, las fechas de fin de año no ayudan mucho. Pero disfrutamos mucho con nuestros amigos del grupo de astronomía L10N y con la familia de Marco. Además, como ya viene siendo tradicional por estas fechas, tuvimos visita. La prima de Ángel se sumó por tercer año consecutivo a nuestro viaje.

Lo que más nos gustó del país fue disfrutar de esa naturaleza que lo inunda todo, y de lo fácil que es ver fauna silvestre. Definitivamente no deberían existir los zoológicos. La manera de ver animales es en su hábitat natural.