Diario de viaje

Muchos primeros pasos en Uruguay

9 marzo, 2018


Primeras aventuras con Vera

Sabíamos que en un gran viaje las formas de hacer las cosas van cambiando con el tiempo, pero nunca nos imaginamos que iban a cambiar tanto. Cambiamos la forma de viajar, ahora ya no eramos sólo mochileros (uno nunca deja la mochila), sino que ahora eramos viajeros en kombi. Y como todo cambio, lleva un periodo de aprendizaje, de primeras veces. Y Uruguay fue nuestro lugar de probar y aprender. Ahí camperizamos a Vera y aprendimos a vivir en ella.

PRIMER cumpleaños en Verano

Tardamos más de lo que esperábamos en tener todos los papeles y el seguro, y de repente llegó mi cumpleaños. Lo único que quería era salir de Buenos Aires y bañarme en algún lugar. Así que aprovechamos para hacer la primera excursión con Vera cerca de Buenos Aires. Fue genial pasar mi primer cumpleaños en verano en una pileta y en buena compañía. Nos lo pasamos como enanos intentando subirnos a un gomón.

Cumpleaños en familia
Cumpleaños en familia

PRIMER destino: Montevideo

Ya teníamos los papeles y Vera iba estupendamente, así que nuestro siguiente destino era Montevideo. Ángel tiene allí familia y esperábamos que nos ayudaran a camperizar a Vera.

Nuestra entrada en Montevideo no fue como esperábamos. Hicimos el viaje desde Buenos Aires pasando por Gualeguaychú sin ningún problema. Y justo al entrar en Montevideo Vera se puso en huelga en un semáforo. Me contecté a un wifi de un autobús que pasaba por allí y la familia de Ángel vino a buscarnos. Por suerte estábamos ya en la ciudad y pudieron atarnos para llegar hasta su casa. Así fue como entramos en Montevideo, remolcados.

Entrada a Montevideo
Entrada a Montevideo

Por suerte el problema no era grave, y lo arreglamos fácilmente. Ahí nos dimos cuenta de que teníamos que ponernos las pilas y aprender de mecánica. Nos pusimos manos a la obra y arreglamos algún fusible roto. Con tan mala suerte que hubo un cortocircuito y casi incendiamos la kombi… Uno de los primos de Ángel arrancó el cable de la batería y todo quedó en un susto. Empezamos a pensar que a lo mejor no había sido tan buena idea lo de comprar la kombi. Prefiero no pensar en lo que hubiera pasado si no hubieran estado allí sus primos…

Con ellos recorrimos la costa de Uruguay, desde Cuchilla Alta a Punta del Este pasando por Piriápolis. Es la costa del río de la Plata, todo el mundo va allí en verano. No es nuestro estilo estar rodeados de tanta gente y tantos edificios al lado del mar. Sin embargo, disfrutamos recorriendo la costa en auto, parando en Casa Pueblo, y paseando por el puerto de Punta del Este al atardecer fotografiando a los lobos marinos que parecían posar para nosotros.

PRIMERA visita

Tuvimos una grata visita, que esperamos se repita en el futuro. Carla, prima de Ángel, se unió a nosotros para recorrer el resto de la costa de Uruguay. Se sumó como una más, cuando alguien se acercaba éramos tres científicos que tenían una kombi. Con ella recorrimos el Parque de Santa Teresa, Punta del Diablo, Valizas y Cabo Polonio

El parque de Santa Teresa tiene muchas playas de dunas paradisíacas. No entiendo por qué pero a la gente le gusta amontonarse, si caminas un poco puedes estar prácticamente solo en la playa. Además el parque es un lindo lugar para acampar. Tiene una zona con animales en semi-libertad e invernaderos. Puedes dar de comer a carpinchos, conejos, ñandús, cabras, jabalíes,…

Santa Teresa
Santa Teresa

Por Punta del Diablo, como por Ciudad del Este, pasamos de visita; es otro de los lugares en los que a la gente le gusta amontonarse. Es un lindo puerto pesquero donde se pueden comprar artesanías.

El siguiente destino fue Valizas, allí nos cruzamos con otros viajeros en kombi que viajaban en familia. Hacía mucho calor y les debió dar pena que no tuviéramos toldo, así que nos ofrecieron los tubos que ellos usaban antes para poner en el techo. Sólo teníamos que ir a Montevideo a buscarlos. Es genial cuando la gente da sin esperar nada a cambio. Es algo que estamos aprendiendo en este viaje, estamos aprendiendo a recibir. Así porque sí.

Para llegar a Cabo Polonio hay dos maneras. Una es aparcar en la ruta e ir en grandes camiones que conducen por las dunas. La segunda es aparcar en Valizas e ir caminando por las dunas y la costa. Nos animamos e hicimos lo segundo. Si madrugas mucho, es un agradable paseo de dos horas en el que te sientes un nómada en medio del desierto. Hay que tener en cuenta que hay que atravesar un río. Nos quedamos en bañador y con la mochila a la cabeza cruzamos un río con mucha corriente y el agua al cuello. Para mí que mido algo más de metro y medio no fue algo sencillo.

Dunas entre Valizas – Cabo Polonio
Dunas entre Valizas – Cabo Polonio

Cabo Polonio es un lugar atípico. No hay autos, ni electricidad y las calles son de arena. Es un pueblo que vive del turismo y la mayoría de lugares son hostels con placas solares. Antiguamente el lugar era un campamento de caza de lobos marinos. Hoy en día puedes ver la colonia de lobos al lado del faro. Merece la pena pasar una noche en el lugar y disfrutar del ambiente nocturno. Los locales se alumbran con velas y hay música en directo en muchos de ellos. Y lo mejor de todo es que no hay luz en las calles y desde cualquier lugar puedes mirar hacia arriba y disfrutar del cielo.

Faro de Cabo Polonio
Faro de Cabo Polonio

PRIMER ¿encuentro Hippie?

Al volver de Cabo Polonio mucha gente nos dijo que fueramos al rainbow, un encuentro de paz y amor a pocos kilómetros de Valizas. Cómo teníamos curiosidad allá nos fuimos, atravesando el río y caminando río arriba.

Cuando llegas te reciben con abrazos y llamándote familia. Te explican cómo conviven y te invitan a unirte. Son veganos, no comen nada que provenga de algo que tenga dos ojos. Comen dos veces al día, cuando les apetece. Aunque no me quedó claro cuando le apetece a ¿quién? Porque eran más de cien personas. Todos colaboraban con las tareas: cocinar, tirar la basura, cavar letrinas, ir a comprar alimentos,… No se podía beber alcohol, fumar tabaco o drogas como el lsd. Pero la marihuana que es natural sí. Se “bañaban” en la orilla del río con cubos de agua para que el jabón se filtrara en la tierra y no contaminarlo. También bebían agua todos de la misma garrafa, un agua que recogían río arriba. Ese fue el único punto que no me convenció. Estaría dispuesta a todo lo demás, pero no a beber agua que a saber qué tiene.

Cabo Polonio
Cabo Polonio

Llegamos a la hora de cenar. Para tal ritual se juntan alrededor de un fuego y juntan las manos antes de cenar para bendecir los alimentos. Después de cenar cantan, tocan música y bailan. Además de pasar un sombrero “mágico” en el que puedes echar dinero o besitos. El día que nosotros estuvimos recaudaron muchos besitos, 1000 pesos uruguayos y 20 argentinos.

Estuvimos unas horas y decidimos volver a dormir a la kombi, no queríamos acampar allí porque al día siguiente teníamos que irnos muy temprano. El encuentro duraba un mes más o menos, había gente que no sabía ni cuánto tiempo llevaba allí. Nos hubiera gustado convivir con ellos un tiempo, pero no mucho. Es interesante su forma de vivir y cómo están organizados, pero lo de pasar hambre o beber del mismo recipiente que todo el mundo no nos terminó de convencer…

Cuando fuimos al encuentro de paz y amor no se nos ocurrió pensar que al volver también habría que atravesar el río, que estaría oscuro, que no sabríamos por dónde cruzar y que estaría lleno de cangrejos. Pero bueno, gracias a unos pescadores que se rieron de nosotros supimos por dónde cruzar. Mandamos primero a Ángel para ver si hacíamos pie y no había mucha corriente. Después cruzamos Carla y yo. El susto fue cuando llegamos al otro lado y un hombre se acercó a nosotros. Era de noche, estábamos mojados, medio desnudos y con todas nuestras pertenencias en un par de mochilas. Pero por suerte sólo era un buen hombre tomando fotografías del cielo nocturno que se acercó a ver cómo estábamos.

Siempre hay lugar para alguien más
Siempre hay lugar para alguien más

PRIMERA aventura con Vera

Fue nuestra primera aventura con Vera y además con visita. Descubrimos que tres personas pueden dormir en un colchón de 1.20m. Esperamos que Carla vuelva a visitarnos a su kombi y que más amigos y familia se animen también.

Esa fue la última vez que veríamos a Vera sin camperizar. Cuando volvimos a Montevideo, camperizamos la kombi y una vez terminada, empezó un nuevo viaje. Esta vez, con un techo, un vehículo, con Vera.

PRIMERA vez a solas con Vera

Nuestro primer destino fue Colonia. Allí pasamos nuestra primera noche con Vera y empezamos a aprender lo que era vivir en una kombi. Visitamos esta linda y pintoresca ciudad, caminamos por sus calles y al día siguiente decidimos seguir nuestro viaje.

Calles de Colonia
Calles de Colonia

La siguiente parada fueron las termas de Guaviyú, cerca de Paysandú. Allí nos relajamos en sus termas y planificamos lo que serían las siguientes semanas.

PRIMERA vez en Uruguay

Uruguay es un país que vive principalmente de la agricultura y la ganadería. Hay más o menos 4 vacas por habitante. Es un país muy verde y muy bonito, especialmente la costa de Rocha donde hay grandes playas con dunas.

Los uruguayos son esa gente agradable que siempre lleva el termo debajo del brazo y el mate en la mano. No me imaginaba que habría alguien que tomara más mate que los argentinos.